Ya hace más de quince días que murió una persona en la
Unidad de Hospitalización Psiquiátrica del Complexo Hospitalario Universitario
de A Coruña mientras estaba "en Contención mecánica" y aún no se sabe
nada sobre las circunstancias de esta muerte.
Nos parece muy grave que bajo el cuidado de esta unidad
muera una persona mientras se aplicaba una medida catalogada de excepcional en
todos los protocolos y que puede vulnerar los derechos fundamentales de las
personas a las que se les aplica.
De extrema gravedad nos parece que la respuesta ante estos
hechos por parte de los responsables de la unidad sea el silencio y el
oscurantismo.
En un estado garante de derechos, cuando suceden hechos como
estos, los ciudadanos tendríamos que ver cómo los servicios sanitarios que nos
atienden responden urgentemente con claridad y transparencia sobre su
actuación, para que no se puedan albergar dudas sobre mala praxis.
La cruda realidad que tenemos el colectivo de personas con
problemas de salud mental es que los protocolos, que reflejan medidas previas
para evitar la contención, o no se cumplen, o no se aplican bien. Tampoco
quedan registradas correctamente, cuando se hace, la aplicación de estas
medidas ya que los registros no suelen estar estandarizados.
Una medida, declarada en
teoría como excepcional, termina sin un riguroso control y se convierte
habitualmente en medida
"terapéutica" en los entornos hospitalarios.
Es por esto que desde la Federación Andaluza de Asociaciones
de Salud Mental En Primera Persona, denunciamos la falta de transparencia en
esta muerte, que nos tememos es resultado de la falta de rigor en la aplicación
de esta medida coercitiva que vulnera nuestros derechos en la atención
psiquiátrica que recibimos.